Robo de joyas, secuestro y tortura: así es el lío que enreda al paisa Blessd, la superestrella del reguetón

El lunes 22 de septiembre fue uno de los más importantes en la carrera del reguetonero paisa Blessd. Ese día, se presentó en París en la gala del Balón de Oro, un hito que ningún otro artista latino ha logrado en su carrera.

Con un traje negro, impecable, el artista urbano de 25 años entonaba su canción Condenado al éxito II.

“Me siento atrapado como en hora pico bus, la oscuridad de mi vida la aclara su luz, me dice tranquilo, juntos cargamos tu cruz, por eso en mi brazo una virgen y a su lado está Jesús”, cantó ante las estrellas del fútbol mundial.

El mundo lo seguía expectante a través de plataformas digitales, sin conocer el enredo en el que se habla del robo de joyas, de secuestro y hasta de tortura.

La historia se dio a conocer a través de varios medios el 21 de mayo de 2024.

Una denuncia publicada por el diario El Colombiano asegura que ese día el artista caleño Pirlo, su mánager Iván Andrés Galindo Navia y otras personas de su equipo de trabajo fueron retenidos contra su voluntad en una lujosa casa del Alto de las Palmas, un exclusivo sector al suroriente de Medellín.

La denuncia que data del 11 de febrero de 2025, indica que fueron retenidos en la casa 27 de la parcelación Los Montes, donde presuntamente vive Blessd, después de que Pirlo y su equipo de trabajo participaron en la grabación de un video para la canción WYA Remix Black and Yellow, en el que también participaron artistas como J Abdiel, Izaak y Anuel AA.

En el lugar, dijo el denunciante, fueron obligados a desnudarse e ingresar a un baño, mientras “Blessd dirigía, interrogaba, intimidaba, golpeaba” bajo el señalamiento de haberse robado unas joyas propiedad del artista.

“Me empezó a gritar fuertemente diciéndome que necesitaba que yo le devolviera las cadenas, los relojes. (…) Me decía que yo era una rata (…) Se ponía más alzado y se me acerca y me pega un cabezazo en la frente (…) pateaba las sillas, gritaba, se me acercaba y me decía groserías”, denunció Galindo.

Además, dijo que a su asistente, Juan Pablo Amézquita, le pegaron con un arma en la cabeza: “Sacaron pistolas y le apuntaron en la frente diciéndole que si se iba a hacer matar”.

El mánager de Pirlo también señaló que, durante su secuestro, llegó una supuesta enfermera para tomar muestras de sangre para cotejarlas con rastros que había en la vivienda.

“Cuando me tocaba a mí, me dice: ‘Dímelo Jara, qué hubo gordo. Hágale rapidito que, si usted no hizo nada, esa sangre no le va a salir positiva’. Entonces el encapuchado me decía: ‘Gordito, tú estás estripado, estás caído’”, denunció Galindo.

La situación era tan apremiante, dijo Galindo, que pensó que no saldría vivo de ese lugar. “Siempre eran constantes las amenazas de muerte del encapuchado diciéndome que arriba en la montaña iban a matarme y dejarme allá”, describió.

Incluso, recordó una supuesta amenaza directa de Blessd: “Yo sé que algún día nos vamos a encontrar. Tenga claro que yo voy por la suya (…) así que coja fuercita y venga por la mía”.

Entretanto, el reguetonero Pirlo habría intervenido para que no asesinaran a su mánager. “Si van a matarlo a él, me tienen que matar a mí también. Yo voy con él hasta el final”.

Del embrollo, dijo el denunciante, salieron luego de una conversación entre un encapuchado y otras personas en la que habrían coincidido en que cometieron un error con la gente de Pirlo.

Sin embargo, el abogado Luis Ángel López, representante de Blessd, dijo que el artista no es un secuestrador.

“Los señalamientos son falsos. Blessd no es ningún secuestrador. Pirlo ha cambiado su versión en repetidas ocasiones. No queremos darle reflectores a esa denuncia”, dijo al diario El Tiempo.

La denuncia que pesa contra Blessd y su círculo es por los delitos de secuestro simple, lesiones personales, amenazas y tortura. Aunque es importante aclarar que aún no avanza hasta una decisión de peso contra el artista y su equipo.

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